
En la historia, Charlot (el clásico personaje de Chaplin) trabaja en una fábrica que está organizada en una típica estructura de producción en cadena durante la depresión económica de 1929. Extenuado por el frenético ritmo de la cadena de montaje, Charlot es un obrero metalúrgico que aprieta tuercas todo el día. Tanto, que acaba perdiendo la razón. Ese es el comienzo de nuestra historia.